Tras 15 años de trabajo en Casamance, Paz con Dignidad cierra su delegación en Senegal, con gran tristeza, pero también con satisfacción y orgullo de todo el trabajo realizado junto a nuestras socias locales: ONG 7a/Maa-rewee, Asociación Guné, Fórum Civil de Kolda y de Bignona, ISRA de Kolda, y la Asociación KABONKETOOR.

Hoy escribimos con el corazón pesado, tristes por tener que hacer esta comunicación sobre el cierre de nuestra delegación en Senegal, que abrió por allá en 2008, para trabajar en la mejora de los derechos de las poblaciones rurales, a través, fundamentalmente, del fortalecimiento de capacidades y dotación de material y semillas, así como de infraestructuras hidroagrícolas, para mejorar los rendimientos agrícolas y ganaderos, todo ello teniendo en cuenta las necesidades específicas de las mujeres, acompañando el trabajo realizado por la ONG 7a/Maa-rewee, socia histórica de PcD, y de la Asociación Guné.
Desde ese año, han sido muchos los procesos que ha acompañado PcD, muchas las comunas en las que hemos intervenido, y muchas personas que han participado en los diferentes proyectos. Pero, sobre todo, han sido muchos los aprendizajes que hemos adquirido, tanto nosotras como nuestras compañeras, gracias al intercambio continuo y trabajo conjunto. Estos aprendizajes han ido tanto desde transformaciones en los enfoques de trabajo, pasando inicialmente de un enfoque de seguridad alimentaria a un enfoque de soberanía alimentaria, que asegurara no sólo que se cubrieran las necesidades básicas en términos alimentarios, sino que las poblaciones fueran autónomas en sus producciones y que las mismas fueran sostenibles. Más aún, comenzamos a introducir el enfoque de agroecología en todas las formaciones y acciones de mejora de la producción, con el objetivo de recuperar los saberes ancestrales de las poblaciones para promover una agricultura respetuosa con el medio y que garantice su sostenibilidad a largo plazo, hacia un progresivo abandono de agroquímicos que destrozan el medio. Además, fuimos viendo la necesidad de trabajar no sólo desde un enfoque de género, sino desde un enfoque feminista, que significaba una transformación más profunda, comenzando por PcD, pasando por las socias locales, y llegando a las poblaciones y las metodologías de trabajo. De esta manera, los procesos que acompañamos fueron tornando hacia focalizarse en un empoderamiento de las mujeres, no sólo en el ámbito de la producción sino también de liderazgo en los procesos sociales y de defensa de los derechos propios de las mujeres y de las comunidades, junto a una sensibilización más profunda sobre las estructuras desiguales e injustas de género, e incluso incidir en estos aspectos con las socias locales, llegando a trabajar con organizaciones de mujeres que se autodeterminan como feministas (Asociación KABONKETOOR). Todo ello bajo un enfoque de soberanía en la definición de desarrollo que las poblaciones quieren.
Estos aprendizajes nos llevaron a profundizar aspectos de gobernanza y de ciudadanía, tratando de incorporar en Senegal elementos del trabajo definitorio de Paz con Dignidad, poniendo el acento en procesos de defensa del territorio y de construcción de paz. Esto se ha conseguido a través de la instalación de dos Observatorios Sobre el Territorio (OSTER) en Kolda y Ziguinchor, con el objetivo de proteger y preservar los bienes naturales y de promover la defensa del territorio frente al acaparamiento de tierras, el comercio ilegal de madera, o la entrada de corporaciones internacionales extractivistas. Esto, junto a la creación de un Centro de Formación en Agroecología (CEFAC), iniciaron los pasos hacia un trabajo de movilización ciudadana más profundos, pasando a un trabajo en la región de Ziguinchor centrado en el liderazgo y participación políticas de las mujeres en la defensa del territorio y la construcción de la paz, mediante la instalación de Comités de Gestión de Paz (CGP).
Así, hemos visto el impacto que tiene el trabajo comunitario centrado en el fortalecimiento de capacidades y la articulación ciudadana que promuevan una transformación social profunda que, aunque con avances en ocasiones menos visibles o menos inmediatos, generan una importante mejora en los derechos humanos de todas las personas, especialmente de las mujeres. Así, lanzamos un agradecimiento a las entidades públicas que nos han acompañado en estos procesos y han permitido que realicemos este trabajo, fundamentalmente a la Diputación de Córdoba, la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID), la Agencia Española de Cooperación (AECID) y la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo (AVCD).
Todo ello en un contexto que ha evolucionado de forma desigual, con un gran estallido de movilización ciudadana en defensa de un sistema político democrático hacia 2011 que, 10 años más tarde, ha resurgido frente a un gobierno central que se aleja de los valores democráticos y el respeto de la Constitución, incluso interfiriendo en las listas electorales de los partidos de oposición. Actualmente, en este cierre, nos preocupa profundamente el futuro sociopolítico del país, con un incremento de las medidas represivas del Estado y el uso excesivo de la fuerza contra el derecho de reunión y la libertad de expresión. Además, aunque en situación de tensa calma, hemos visto momentos de estallido de las maniobras militares por desmantelar bases del Movimiento de Fuerzas Armadas de Casamance (MFDC), que han acabaron en 2022 con el desplazamiento de más de 6.500 personas. Una situación inestable en la que es fundamental involucrar a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en temas de construcción de paz, como es la Asociación KABONKETOOR.
Con todo esto, nos vamos sintiendo un inmenso cariño y satisfacción por todos los procesos que hemos acompañado, por todos los aprendizajes que hemos adquirido, por todas las transformaciones a las que hemos contribuido, y por todas las personas con las que hemos compartido camino estos años, tanto de nuestras socias, como de las personas de las comunidades de Coumbacara, Tankanto, Bagadadji, Kandiaye, Kounkané, Diabé-Kabendou, Ouassadou, Médina Elhadj, Ouonck, Tenghory, Mangagoulack.
Njaarama, yooo, jërëjëf!