Khader Adnan, destacado activista palestino y preso político, fallece por negligencia médica deliberada a manos de la ocupación israelí

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El Consejo Palestino de Organizaciones de Derechos Humanos (PHROC, en sus siglas en inglés) condena el asesinato lento, calculado y a sangre fría de Khader Adnan, de 45 años, padre, esposo, activista palestino y expreso, por parte de las autoridades de ocupación israelíes en la madrugada del martes 2 de mayo de 2023. Khader era un reputado, venerado y resiliente actor de la resistencia dentro del Movimiento de Presos Palestinos, cuyo alcance político iba mucho más allá de las cuatro paredes de su celda y se adentraba en la sociedad civil palestina. Khader se encontraba el 5 de febrero de 2023 en el 86º día de su quinta huelga de hambre contra su reciente detención y prisión arbitrarias por parte de las fuerzas de ocupación. El Servicio Penitenciario Israelí (IPS, en sus siglas en inglés), que mantenía a Khader recluido en régimen de aislamiento, le negó el derecho de visita a su familia hasta el momento de su muerte. Khader deja su esposa, Randa Musa, y nueve hijos. El PHROC se une a la familia Adnan en el duelo y la condena por el martirio de Khader, y mantiene su compromiso inquebrantable de resistir a las estructuras del colonialismo, la ocupación y el apartheid israelíes, que son directamente responsables de la muerte de Khader y de muchos palestinos como él.

La práctica sostenida y deliberada de negligencia médica por parte del Servicio Penitenciario Israelí, incluida la denegación de atención hospitalaria a Khader a pesar de tratarse de una urgencia médica, y la denegación de su derecho a recibir visitas, así como el hecho habitual de que la comunidad internacional no persiga los crímenes atroces cometidos contra el pueblo palestino, constituyen una violación grave y sistemática de los Convenios de Ginebra, que es directamente responsable de la muerte de Khader. Esta grave violación del derecho a la vida y el asesinato intencionado también está en consonancia con la ley racista que se está deliberando en la Knesset israelí y que pretende reinstaurar la pena de muerte para los/as presos/as palestinos/as que sean considerados/as una «amenaza para la seguridad» en el mantenimiento de la ocupación israelí. Así pues, el PHROC considera el asesinato de Khader Adnan un homicidio premeditado por el Estado de Israel.

A lo largo de su vida, Khader ha sido detenido arbitrariamente en repetidas ocasiones y recluido administrativamente por las fuerzas de ocupación israelíes en 12 ocasiones, lo que le ha sometido a más de 8 años de cautiverio en cárceles de ocupación, a menudo sin cargos ni juicio. En otras palabras, Khader ha pasado casi una quinta parte de su vida entre rejas. Khader adoptó la prisión colonial como plataforma para seguir protestando, utilizando la táctica no violenta de las huelgas de hambre para atraer la atención internacional y avivar la simpatía por la difícil situación de los/as presos/as palestinos/as. La denegación de ayuda médica a Khader fue un intento directo de silenciar su poderosa, contundente e inquebrantable voz política. Por ello, se ha intentado silenciarlo sistemáticamente mediante formas de represalia ilegales e injustificables. Entre ellas se incluyen castigos colectivos -asaltos a domicilios, agresiones a familiares y destrucción de bienes personales y objetos de valor-, así como detenciones arbitrarias por cargos infundados, juicios injustos y condiciones de detención inhumanas y médicamente negligentes.

Su reciente detención arbitraria, en febrero de este año, se basó en una acusación falsa y fabricada de incitación al terror. Durante su detención ilegal, las fuerzas de ocupación israelíes también asaltaron y destrozaron la casa familiar de Khader en la localidad de Arraba, a las afueras de la ciudad ocupada de Jenin, en Cisjordania, y aterrorizaron a los miembros de su familia. Khader, que no es ajeno a distintas formas de desobediencia civil no violenta, respondió iniciando inmediatamente una huelga de hambre abierta e indefinida.

A lo largo de su vida, Khader llevó a cabo seis huelgas de hambre contra la ocupación israelí, de las cuales cuatro fueron explícitamente contra las detenciones administrativas arbitrarias de Israel. Addameer se ha mantenido firme junto a la familia Adnan desde la primera protesta de Khader en 2004, que duró 25 días, y popularizó las huelgas de hambre entre los/as presos/as palestinos/as como un medio accesible de resistencia dentro del sistema penitenciario militar. A la segunda huelga de hambre de Khader en 2012, que duró 66 días, se sumaron cientos de personas presas, recibió el apoyo de miles de palestinos/as fuera de las cárceles y desencadenó un movimiento internacional por la libertad de los/as presos/as palestinos/as. En 2015, realizó su tercera huelga de hambre durante 56 días contra otra detención administrativa. En 2017, Khader fue detenido de nuevo e inició una huelga de hambre de 58 días. Su última huelga de hambre, de 25 días de duración, se dirigió contra su penúltima detención en 2021. Como activista político, Khader ha comprendido desde hace tiempo la importancia de las huelgas de hambre como herramienta para fomentar la solidaridad transnacional e interseccional con los/as presos/as políticos/as de todo el mundo. Khader ha estado junto a presos/as californianos/as en huelga de hambre que protestaban contra la práctica degradante del aislamiento en 2013. Por otra parte, presos/as irlandeses han apoyado solidariamente a Khader durante sus huelgas de hambre.

La reciente huelga de hambre de Khader también iba dirigida contra las condiciones inhumanas de reclusión en las cárceles israelíes. Después de que Khader iniciara su huelga en febrero, el Servicio Penitenciario Israelí tomó represalias contra él manteniéndolo en aislamiento. Las órdenes de aislamiento contra Khader se renovaban cada dos semanas sin revisión alguna.  Además, Khader permaneció aislado en una celda infestada de cucarachas y denunció periódicamente a sus abogados agresiones físicas y malos tratos por parte de los servicios penitenciarios israelíes. Durante su reciente encarcelamiento, Khader ya corría un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón y un fallo orgánico, debido a sus anteriores huelgas de hambre, que lo habían llevado al precipicio de la muerte en varias ocasiones. Sin embargo, el Servicio Penitenciario Israelí se negó a trasladarlo a un hospital en abril, después de que enfermara gravemente, a pesar de necesitar atención médica urgente.

A pesar del estado de salud de Khader y de la falta de pruebas para someterlo a juicio, los jueces militares israelíes siguieron retrasando sus vistas ante la Corte. Tras la petición del fiscal militar israelí, el tribunal militar de Salem prorrogó sumariamente la orden de detención de Khader dos veces en marzo para permitir a las fuerzas de ocupación urdir una acusación contra él basada en testimonios anteriores. Finalmente, el pasado domingo 23 de abril, el tribunal militar de Salem escuchó una petición de libertad bajo fianza para Khader; el juez militar que presidía el tribunal le denegó la libertad bajo fianza, lo que llevó al abogado de Khader a apelar la decisión. La vista de apelación estaba prevista para el jueves 27 de abril. En un primer momento, el juez militar de apelación del tribunal militar de Ofer aplazó la decisión hasta las 15.30 horas del jueves, y posteriormente anunció un aplazamiento arbitrario hasta el lunes 1 de mayo. Ayer, 1 de mayo, el juez militar de apelación aplazó la vista otros 10 días.

Khader fue hallado inconsciente en su celda de aislamiento de la clínica penitenciaria de Ramleh a primera hora de la mañana del 2 de mayo, y posteriormente fue declarado «sin vida» a su llegada al hospital israelí de Asaf Harofeh. Empleando políticas deliberadas de negligencia médica, prórrogas indefinidas y no revisadas de las órdenes de aislamiento y detención, y la burla que fue su prolongada audiencia de libertad bajo fianza, las autoridades de ocupación israelíes planificaron la muerte de Khader y no tomaron ninguna medida necesaria para evitarla, como han hecho con los 233 presos/as políticos/as palestinos/as asesinados/as de manera similar tras las rejas israelíes. Es evidente que las autoridades de ocupación son las únicas y directas responsables de actos equivalentes a tortura, tratos y penas inhumanos y degradantes; así como de negligencia médica criminal equivalente a homicidio intencionado; y de un acto inhumano de apartheid.

Es importante señalar que Addameer y varias otras organizaciones palestinas e internacionales de derechos humanos no han escatimado esfuerzos para hacer llegar el crítico caso de Khader Adnan a oídos de la comunidad internacional. A principios de abril, Addameer envió un llamamiento urgente a los mecanismos de procedimientos especiales de las Naciones Unidas, incluidos los relatores especiales de la ONU Sra. Francesca Albanese, Dra. Miriam Estrada-Castillo, Sra. Tlaleng Mofokeng, Dra. Alice Jill Edwards y Sr. Obiora C. Okafor, destacando el grave estado médico de Khader y la necesidad de su liberación humanitaria urgente. En la 52ª sesión del Consejo de Derechos Humanos, Addameer reiteró los hechos del caso de Khader. Recordamos a la comunidad internacional la afirmación del anterior relator especial, el Dr. Richard Falk, de que las repetidas detenciones administrativas de Khader Adnan por parte de Israel equivalían a crímenes de guerra y podían ser enjuiciadas en virtud de la jurisdicción universal.

Cuando los/as presos/as palestinos/as fallecen en cautiverio, Israel retiene ilegalmente sus cadáveres en congeladores, negando a sus familias el derecho al entierro, alegando motivos de seguridad. En la actualidad, Israel tiene en su poder los cadáveres de 13 de estos prisioneros que han muerto en cautiverio desde 1967. Nuestras organizaciones han advertido repetidamente a la comunidad internacional de la posibilidad de que Khader Adnan corra la misma suerte, a pesar de los motivos inventados para su detención. De hecho, los continuos aplazamientos de las audiencias para la libertad bajo fianza de Khader confirmaron nuestros temores: estaba claro, incluso para el juez del tribunal militar que impulsó las audiencias, que las acusaciones contra Khader no eran admisibles en un tribunal de justicia, ni siquiera en uno de la ocupación. Por lo tanto, para la ocupación israelí era más fácil utilizar como arma las estrategias de juicio injusto y negligencia médica, y esperar la lenta muerte de Khader dentro de la prisión que acusarlo de delitos falsos. Ver cómo nuestras advertencias se hacen realidad una vez más, debido a la apatía de la comunidad internacional, a costa de una valiosa y apreciada vida palestina, es descorazonador, desilusionante y enfurecedor. Su falta de intervención amplifica la evidencia pasada de que el derecho internacional es una herramienta para el colonizador, no para el colonizado, de que las instituciones internacionales son cómplices y de que la comunidad internacional ayuda e instiga los crímenes de guerra israelíes. Su silencio ensordecedor de hoy, mientras Palestina llora la ejecución forzada de Khader, suena más fuerte que todas sus palabras huecas.

El PHROC hace un llamamiento a la comunidad internacional para que asuma sus responsabilidades morales y legales hacia el pueblo palestino, especialmente hacia los/as presos/as políticos/as palestinos/as cautivos/as en las cárceles ilegales de la ocupación. Ya es hora de que la comunidad internacional se enfrente a su doble rasero respecto a Palestina y reconozca la inmunidad que su silencio ha otorgado durante mucho tiempo a los autores de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra en Palestina. El PHROC también exige que las Altas Partes Contratantes del Cuarto Convenio de Ginebra intervengan inmediatamente para garantizar que la Potencia Ocupante acata sus disposiciones. La comunidad internacional debe responsabilizar a Israel de la violencia estructural ejercida por el Servicio Penitenciario Israelí contra los/as presos/as y detenidos/as palestinos/as, exigir el fin inmediato de la detención administrativa generalizada y sistemática de personas palestinas, que es constitutivo de un crimen de apartheid, y exigir la liberación de todos/as los/as presos/as políticos/as palestinos/as. El PHROC también hace un llamamiento a la Comisión de Investigación designada por la ONU y a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional para que lleven a cabo una investigación inmediata y exijan responsabilidades a Israel por la detención arbitraria, la negligencia médica criminal y el asesinato de Khader Adnan. También deben iniciarse investigaciones similares para exigir responsabilidades a todas las personas israelíes que perpetran crímenes contra civiles palestinos/as, incluidos/as los 234 detenidos/as palestinos/as martirizados/as en cárceles israelíes.

Texto original: https://www.addameer.org/news/5021

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